
El juego de la pelota a pala - 1779 (datos complementarios aquí)

Niños inflando una vejiga - 1778 (más datos aquí)
Jugadores de naipes - 1778 (ver más datos aquí)

Las gigantillas - 1792 (más datos aquí)
Complemento gráfico para la previa del libro "Cazacurioso, Más de 100 juegos tradicionales y sus historias", de Matías Castro y Roxana Fernández. Edita Estuario. Idea: Almacen de Ramos Generales (Ur.)



Juego de pelota de los aztecas. Había innumerables variantes entre los pueblos precolombinos. Lecturas radicales, como la del estudioso venezolano Eloy Altuve, afirman que esta clase de juegos eran totalmente sanos e integraban a todas las edades, pero que fueron arrasados por los conquistadores con la intención clara y maligna de anular sus formas de expresión e imponer las europeas. La idea de Altuve es muy discutible, pero está bien explicada aquí y ayuda a pensar en el tema.
No hay certeza del origen de la rayuela, aunque la referencia documentada más vieja seabritánica, de 1677. La de la foto utiliza la famosa "Magpie Rhyme", o Rima de la Urraca, británica. En castellano, cada casillero tiene una estrofa: " Una por los lamentos / dos por la alegría / tres por una boda / cuatro por un nacimiento / cinco por rico / seis por pobre / siete por una bruja / y más no puedo decirte". Y como se ve, también se va de la Tierra al Cielo. En la versión Alemana de la rayuela se hace algo similar, aunque se puede caer al Infierno, y por eso allí le dicen Cielo e Infierno al juego.
Quien haya jugado a las escondidas, sabrá que es algo bastante más adrenalínico y emocionante de lo que pinta aquí este artista polaco. Su sensibilidad le dio una pátina de excesiva tranquilidad para representar la inocencia infantil, pero acertó al incluir a un niño muy pequeño. Estudios posteriores relacionan la escondida con ese juego básico del bebé, ese en el que los padres le dicen "acá está", cuando alternativamente se cubren y descubren el rostro.